El Jardín de la Charca, mi entretenimiento

Si la Real Academia Española define entretenimiento como “mantenimiento o conservación de algo” ¿Quién soy yo para discutirlo? Pero en mi caso voy a diferenciar el entretenimiento por el que cobro, que es mi trabajo; del entretenimiento por el que me abstengo de la realidad y me siento a gusto sin cobrar, que es mi afición. Pues vaya, si mi trabajo es “mantener” jardines, mi “entretenimiento” es El Jardín de la Charca.

El jardín de la Charca es el espacio donde el tiempo juega conmigo, donde la obligación es una devoción, y donde hacer, es descansar.

El solar es sólo una parte de un gran patio rodeado por un conjunto de construcciones de un antiguo corral de animales de granja donde también se guardaban las cosechas y los aperos agrarios: Una nave granero, un molino de harina, un porche pajar, una bodega, y varias estancias que servían de cuadras y corrales.

Hay una charca que cavamos para drenar todo el agua de lluvia que se acumulaba por todo el solar, porque no tenía, ni tiene, sistema de alcantarillado. Bueno, pues ese fue el principio de todo, así que vino a llamarse El Jardín de la Charca.

De cuando en cuando vamos plantando diferentes especies que acompañan a estas dependencias que ya a penas se usan para los fines por los que fueron creadas. Intento respetar al máximo el punto de partida y modificar lo menos posible el espacio, ensalzando los recuerdos que evoca el lugar por si mismo y proporcionando un lugar de recreo para familiares y amigos.

Está situado en el tramo bajo del río Guadarrama, en la Cuenca del Tajo, muy cerca de la ciudad de Toledo. Una llanura sedimentaria donde la pendiente es escasa y el río fluye con lentitud dando lugar a paisajes abiertos de suave relieve y de fuerte carácter estepario; y una larga tradición agraria. Las áreas de cultivo y eriales predominan donde las principales explotaciones son el cereal, la vid (Vitis vinifera) y el olivo (Olea europa). La vegetación de las riberas y las vegas que acompañan al río Guadarrama son principalmente sauces, chopos, fresnos, álamos y olmos, conformando pequeños bosques de ribera que generan un ambiente fresco y umbrío en su interior atenuando los rigores climáticos estivales, en contraste con los matorrales mediterráneos que los circundan.

El Jardin de la Charca v8

No es nuestro lugar de residencia, sólo vamos algunos fines de semana en invierno y pequeñas temporadas en vacaciones. En primavera y verano es cuando más tiempo pasamos allí.

Tampoco hay un sistema de riego con programador y electrovávulas que abastezcan por fases las necesidades hídricas de las plantas. Lo que intentamos, desde que empezamos en el año 2011, es implantar especies resistentes a la sequía que se adapten bien al terreno.

Hoy, El Jardín de la Charca cuenta con un buen número de plantas que se han ido integrando poco a poco: Frutales, aromáticas, gramíneas, suculentas, y otras herbáceas, trepadoras y arbustivas. Unas son autóctonas y otras no.

El Jardín de la Charca

La pradera ha ido haciéndose poco a poco, sin ningún tipo de siembra, es un semillero natural que por sí solo ya tenía el terreno. El tiempo ha ido seleccionando las plantas que conformarían el césped quedando como campeona por goleada, la grama. Las plantas no deseadas (adventicias) son muy pocas porque casi todas tienen su momento estelar.

Grama

Cuidamos el jardín intentando que haya diversidad y naturalidad. Evitamos los productos químicos siempre que no sean imprescindibles y fomentamos la fauna auxiliar que poliniza y ayuda a controlar las plagas y enfermedades, además de embellecer el entorno. Así que tenemos un hotel de insectos, una colección de nidos de pájaros, y plantas y flores atrayentes de fauna auxiliar.

Hotel de insectos

De algunas de estas plantas os hablaré, y de algunos de los eventos que hemos vivido en el Jardín de la Charca, también. De momento, doy por presentado el “jardín de mi recreo”, Un pequeño y sencillo jardín rural evocador de hermosos recuerdos.

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