
¿No tienes riego automático? ¿Piensas que la sequía es una limitación para tu jardín?¿Quieres un jardín vinculado a tu clima y a tu suelo? ¿Hay plantas que solucionen estos “problemas”? Pues si, en la región mediterránea crecen 25.000 especies de plantas!
Esta diversidad es una fuente inagotable para los jardines que nos permite disfrutar de composiciones espectaculares, desconectar el sistema de riego automatizado y prescindir de las torturadoras tuberías de goteo.
Dejemos que la naturaleza haga bien su trabajo en nuestro jardín y si por alguna razón una planta desaparece por falta de resistencia, da paso a otra que se sepa adaptar. También hay infinidad de plantas preciosas procedentes de zonas cercanas a la región mediterránea (zonas de transición), como estepas áridas, montañas o zonas desérticas.
Un jardín con poca agua bien planificado nos dará muchas satisfacciones y nos reducirá al máximo las preocupaciones de mantenimiento y cuidados necesarios para su uso y disfrute. Plantar la planta adecuada, en el lugar adecuado y en el momento adecuado es el principio fundamental que debemos respetar. Si además seguimos unos sencillos pasos para su perfecta adaptación y crecimiento conseguiremos composiciones realmente deslumbrantes.
Por su parte, las plantas sabrán hacer su labor gracias a milenios de evolución genética desarrollando estrategias de adaptación increíbles. Me apasiona observar estas “especializaciones” para adaptarse a la sequía que a su vez me aportan una gran riqueza de conocimientos. Si sois de los que les gusta quedarse ahí mirando, plasmados y boquiabiertos por las bellezas de sus formas, colores y olores, os propongo observar solo cinco de las adaptaciones que usan estos grupos de plantas:
- Transpiración reducida (Plantas esclerófilas). Transpiran por el envés de las hojas, la parte protegida del sol, para evitar la deshidratación. Sus hojas duras están recubiertas de una resina impermeable (esclera). Un buen ejemplo para observar esta cualidad son los ágaves.

- Disminución de la superficie de exposición. La evapotranspiración es la pérdida de agua a través de las hojas. Si la superficie de exposición al sol de las hojas disminuye, la evaporación también. Por ejemplo, coge una hoja de romero y desenróllala, verás que en realidad es mucho más ancha.

- Plantas pilosas y grises. Poseen filtros de pelos blancos que reflejan la luz del sol y disminuyen la evaporación, como la Echeveria setosa y la Salvia argentea.
- Aceites esenciales. Aunque parezca mentira, las plantas aromáticas desprenden esos maravillosos olores gracias a que producen aceites esenciales como estrategia para adaptarse a las condiciones del clima mediterráneo.

- Almacenar el agua. Las plantas suculentas son todas aquellas que tienen la capacidad de almacenar agua y nutrientes en alguna de sus partes.
Por supuesto hay otras muchas adaptaciones, como duplicar el sistema de raíces, adoptar forma de bola o almohadilla para protegerse del viento y la sal, capacidad para captar la humedad del aire, plantas caducas de verano, plantas anuales, bulbosas, etc. Todas son especializaciones genéticas de supervivencia que podemos aprovechar para diseñar un resistente jardín natural, bonito y original.
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